Libro filosófico en el que se aplica el método fenomenológico a temas epistemológicos, antropológicos, de filosofía práctica, interculturalidad, ideología y violencia. Su tema central e hilo conductor es la auto-determinación de la razón en la Edad Moderna, sus alcances y sus límites en los frentes epistemológicos y políticos, y la derivación de los "fundamentalismos" sociopolíticos y religiosos contemporáneos de los "fundacionalismos" científicos y filosóficos modernos. Ante la creciente puesta en cuestión de este modelo de razón en los siglos XIX y XX por las sucesivas crisis y conflagraciones a los que condujo (guerras mundiales, levantamientos revolucionarios armados), el libro propone —de la mano de Edmund Husserl— que el "proyecto racional no está clausurado", siempre y cuando se reinterprete el sentido de fundamento y de razón mostrando su surgimiento e instalación a partir de sus raíces "dóxicas" y si se asume de modo resuelto, consciente y responsable su finitud radical.